Hoy podría escribir sobre mis labores en el colegio, sobre el desastre de semana cultural, sobre la entrega de notas o sobre la finalización de las actividades escolares en mi nicho laboral. Sin embargo, no tengo ganas de escribir sobre nada relevante... Unas cuantas palabras conexas sólo para no perder la costumbre de escribir y escribir (pues hace tiempo no lo hacia). Página en blanco porque no tengo un tema específico, determinado. El amor, la risa, los sueños, las tristezas, el tiempo, cualquier cosa podría ser un buen tema: hoy solo voy a escribir sobre lo que no quiero escribir... A lo mejor, en unos dias lo borro y ya. Por ahora, esto es una página en blanco...
Mis reflexiones, inquietudes, preguntas, dilemas y hasta contradicciones sobre la vida, la educación y la música.
lunes, 24 de noviembre de 2008
lunes, 3 de noviembre de 2008
SOBRE EL SENTIDO DE LA VIDA

El día de ayer, gracias a mi querido amigo JUANITO, me encontré de frente con una realidad contundente: la vida es muy, muy, muy corta. Y no es que nos la hayamos fumado verde o algo por el estilo, simplemente fuimos a ver la exposición sobre los dinosaurios que hay en plaza de las américas (centro comercial ciudad de Bogotá) y no es fácil meterse en la cabeza que estos seres vivientes caminaron por la tierra e hicieron de las suyas hace tan solo 250 millones de años. ¿Puede usted imaginarse 250 millones de años? En mi cabeza ni siquiera tengo la dimension temporal de un siglo, pues con algo de suerte tan solo llegaré al promedio de vida de un ser humano común y corriente.
Entonces, me preguntaba ¿qué sentido tiene la vida, cuando es tan corta? ¿tienen algún sentido las guerras, el poder, el dinero, las disputas? Me quedé pensando sobre ese tiempo que va pasando tan estrepitosamente rápido y en cuáles deberían ser las cosas que valen la pena vivir y disfrutar en un tiempo tan efímero. Llegué a la conclusión que lograr un objetivo no debe ser el sentido de la vida; mas bien debe ser el camino que se recorre para llegar a ese lugar... Por eso estoy convencida que el caminar en busca de una felicidad pintada de arcoiris (o cómo nos lo ha definido la religiosidad occidental: un paraiso sin serpientes), no puede ser el sentido de la existencia.
El sentido es la maravilla de nuestro cuerpo, el encanto indescriptible de poder ver el mundo, respirar, caminar, cantar, reir, llorar, orar, aprender... Esos, creo, son los sentidos que debemos dar a nuestra existencia, sentir la vida con todo, con la piel, con las emociones, con el dolor, con los sueños.
Estar viva hoy es un regalo, respiro, sonrio, lloro, escribo, sufro, amo, aprendo, canto, sueño. No estaremos aqui el próximo siglo, en 250 millones de años nadie sabrá que existí, pero hoy seré feliz.
sábado, 1 de noviembre de 2008
¿POR QUÉ CAMINAR, APRENDER, MUSICAR?
Bueno! Les voy a contar la historia: En el año 2004 se realizó una investigación sobre rutas pedagógicas en educación musical en 10 colegios de la ciudad de Bogotá. Esta investigación fue realizada por mi querido profesor y amigo FRANCISCO BERNAL (conocido en el bajo mundo como PACHO), una compañera y querida ex-amiga (no diré nada más) y quien estas líneas escribe.
Se llamó así: CAMINAR, APRENDER, MUSICAR: RUTAS PEDAGÓGICAS EN EDUCACION MUSICAL EN COLEGIOS DE BOGOTA. De toda la experiencia se aprendieron muchas cosas; tuvimos la oportunidad de conocer al profe Gustavo González Palencia (ganador hace pocos días del premio Compartir al Maestro). Indagamos sobre cómo se enseña y se aprende la música en los colegios de la ciudad y, ¡bueno! el panorama que vislumbramos no es fácil. Los docentes especializados estamos nombrados para la secundaria, cuando el derecho de las cosas debería ser que se trabajara desde los primeros años.
Ese es el origen de la propuesta CAMINAR, APRENDER, MUSICAR. Un buen inicio. A partir de eso y de mis experiencias en la docencia, hace unos meses me embarqué en la vaca-loca idea de hacer una propuesta en el marco del programa Maestros que aprenden de maestros (yo he querido volver a titularla: MAESTROS QUE APRENDEMOS DE MAESTROS). La propuesta está encaminada a ofrecer a los docentes de primaria unos elementos musicales sencillos que puedan aplicar en su diario quehacer. ¡Uf! Menuda tarea. Esta propuesta se realizará en el colegio Ismael Perdomo la próxima semana, así que les estaré contando lo que acontece.
Se llamó así: CAMINAR, APRENDER, MUSICAR: RUTAS PEDAGÓGICAS EN EDUCACION MUSICAL EN COLEGIOS DE BOGOTA. De toda la experiencia se aprendieron muchas cosas; tuvimos la oportunidad de conocer al profe Gustavo González Palencia (ganador hace pocos días del premio Compartir al Maestro). Indagamos sobre cómo se enseña y se aprende la música en los colegios de la ciudad y, ¡bueno! el panorama que vislumbramos no es fácil. Los docentes especializados estamos nombrados para la secundaria, cuando el derecho de las cosas debería ser que se trabajara desde los primeros años.
Ese es el origen de la propuesta CAMINAR, APRENDER, MUSICAR. Un buen inicio. A partir de eso y de mis experiencias en la docencia, hace unos meses me embarqué en la vaca-loca idea de hacer una propuesta en el marco del programa Maestros que aprenden de maestros (yo he querido volver a titularla: MAESTROS QUE APRENDEMOS DE MAESTROS). La propuesta está encaminada a ofrecer a los docentes de primaria unos elementos musicales sencillos que puedan aplicar en su diario quehacer. ¡Uf! Menuda tarea. Esta propuesta se realizará en el colegio Ismael Perdomo la próxima semana, así que les estaré contando lo que acontece.
LA FUNCIÓN SOCIAL DE LA EDUCACIÓN: RETO DE MAESTROS, MAESTRAS, PADRES Y MADRES DE FAMILIA
Desde mi punto de vista, creo que la sociedad le ha dado al sistema educativo una triple responsabilidad: transmitir el patrimonio cultural, coadyuvar en el proceso de socialización del ser humano y transmitir unos saberes y conocimientos que cada sociedad considera fundamentales. Cabe resaltar que aunque el sistema educativo está conformado por lo que se denomina educación formal, no formal e informal, existen otros agentes educativos como la familia, el grupo de amigos, los medios de comunicación, entre otros.
Ahora bien, se puede decir que en el mundo actual cohabitan el desarrollo tecnológico, el dominio económico de grandes empresas multinacionales y al mismo tiempo, una miseria inimaginable de algunos grupos humanos (como es el caso de los habitantes de África); todo esto ha conllevado a una crisis de deshumanización del ser humano. En consecuencia, es preciso insistir que el educador de hoy debe reflexionar acerca de la problemática que vive; debe asumir una responsabilidad social para intentar superar la crisis en la que, sin remedio, se ve involucrado.
Educadores son también los niños, niñas y jóvenes que nos dan una lección todos los días para ser mejores maestros y maestras; son los padres y madres de familia que, incansablemente, acompañan a sus hijos es hijas por el camino de ser mejores personas; son los padres y madres de familia que enseñan el valor del respeto, la amistad o la solidaridad.
Así pues, es necesario preguntarnos cual es nuestro reto. No es posible que nos quedemos esperando a ver que nos puede ofrecer la escuela y la sociedad; es necesario que padres o madres de familia, docentes, directivas y estudiantes recordemos todos los días que tenemos la responsabilidad social de darle a nuestro país personas integrales, inteligentes, críticas, pero sobretodo, felices.
Ahora bien, se puede decir que en el mundo actual cohabitan el desarrollo tecnológico, el dominio económico de grandes empresas multinacionales y al mismo tiempo, una miseria inimaginable de algunos grupos humanos (como es el caso de los habitantes de África); todo esto ha conllevado a una crisis de deshumanización del ser humano. En consecuencia, es preciso insistir que el educador de hoy debe reflexionar acerca de la problemática que vive; debe asumir una responsabilidad social para intentar superar la crisis en la que, sin remedio, se ve involucrado.
En este punto, cabe preguntarse cuál es la función social de educador del siglo XXI, y específicamente cómo ésta se ve reflejada en los educandos que van a hacer parte de la sociedad del mañana. Sin embargo, debemos entender que los educadores no somos solamente los que trabajamos durante una jornada en una institución educativa; o los que iniciamos a niños y niñas en el maravilloso e inefable mundo de las letras, los signos y los números; o solamente aquellos que enseñamos fechas, lugares, canciones o poesías.
Educadores son también los niños, niñas y jóvenes que nos dan una lección todos los días para ser mejores maestros y maestras; son los padres y madres de familia que, incansablemente, acompañan a sus hijos es hijas por el camino de ser mejores personas; son los padres y madres de familia que enseñan el valor del respeto, la amistad o la solidaridad.
Así pues, es necesario preguntarnos cual es nuestro reto. No es posible que nos quedemos esperando a ver que nos puede ofrecer la escuela y la sociedad; es necesario que padres o madres de familia, docentes, directivas y estudiantes recordemos todos los días que tenemos la responsabilidad social de darle a nuestro país personas integrales, inteligentes, críticas, pero sobretodo, felices.
SALUDO DE BIENVENIDA
Esto de la tecnología puede atropellar a más de uno... Sin embargo intentare no morir en el intento. Ahora bien, ¿qué busco creando este espacio virtual?, pues establecer canales de comunicación acordes con el mundo actual, sobretodo con mis queridos y queridas estudiantes. Voy a ver cómo me va en esta titánica tarea. Por ahora dejo un frio saludo virtual pero un cálido abrazo para quienes se empiecen a interesar por estos temas de los caminos, el aprender y la música.
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